Reseña de La infección de los días, por Ana Alvea

marzo 27, 2022 § Deja un comentario

Además de informar en su blog Hallarme yo en el mundo sobre la lectura de mi libro La infección de los días (Cántico, 2021), que tendrá lugar el próximo miércoles, 30 de marzo, a las 19.00 h, en la Casa del Libro (C/ Velázquez, 8. Sevilla), Ana Alvea (que me acompañará para dialogar sobre el libro) escribe también estas reflexiones:

Libro confesional cuyos poemas fechados le otorgan la apariencia de diario. En él se integran lo íntimo y personal con las circunstancias históricas y sociales ( la pandemia de COVID-19 de trasfondo, se inicia en marzo de 2020, cuando se decretó el estado de alarma y confinamiento).

Usa el lenguaje como un puente accesible para comunicar al lector una mirada crítica a nuestra sociedad actual (denuncia ecológica, la explotación, la tragedia de la emigración, la desigualdad , los feminicidios o la crisis económica, entre otros temas), así como sus emociones, ideas y vivencias. Se cuida del retoricismo superfluo, buscando una expresión clara, concisa y esencial, sin abandonar el lirismo. Una propuesta retórica que también nos parece una propuesta política, ir a la realidad en busca de la verdad personal, de la existencia y del mundo.

Inicia el libro el poema «Infección y poética», una declaración de intenciones. En él parece fusionar, y en todo el libro, poesía y vida, al igual que los poetas del Romanticismo, y en ella la poesía es capaz de curar o salvar; coincide igualmente con los románticos en su espíritu de rebeldía , en el propósito de nadar a contracorriente.

En algunos poemas intercala las noticias de los medios de comunicación —ya sea de la radio, prensa o telediario— como un recurso para reflejar la situación social y cómo afecta al sujeto contemporáneo (en el poema In itinere o Desempleo, por ejemplo). No falta tampoco la intertextualidad, la reiterada referencia a Eliot, a su tierra baldía y a su cruel abril; o bien las referencias a nuestra tradición literaria, como el río de Jorge Manrique, versos de Jaime Gil de Biedma; ni a las letras de canciones, como Paint it Black Wild horses.

Desde actos o gestos cotidianos, con suma apariencia de verdad, levanta el poema en el que se desnuda un hombre que se enfrenta a una ruptura sentimental, con toda la crisis y carga emocional que ello implica, elaborando las pérdidas, la soledad y el cambio, pero dispuesto a comenzar de nuevo, con las circunstancias que a todos nos circundan y que hemos tenido y tenemos que afrontar.

No solo hay un testimonio personal y social, sino también reivindicación de un mundo en armonía con la naturaleza, más ecologista, menos violento, y con mayor respeto a los derechos humanos: Yo seguiré regando tu raíz de humanismo. Late una aspiración de nueva vida personal y el sueño de un mundo mejor para todos. En su lectura podemos tocar el dolor que atraviesa, pero infunde luz y esperanza, llegando a ser, como dice el verso del poeta Luis García Montero: Pienso que soy el dueño del minuto que falta.

Ana Alvea

Reseña de La infección de los días, por Francisco Onieva

marzo 19, 2022 § Deja un comentario

Francisco Onieva escribe esta magnífica hermenéutica sobre La infección de los días en Culturamas. Pueden leerla aquí.

Reseña de La infección de los días, por Antonio Luis Ginés

febrero 27, 2022 § Deja un comentario

Antonio Luis Ginés escribe estas certeras palabras acerca de La infección de los días en Cuadernos del Sur. Pueden leerlas aquí.

La infección de los días

septiembre 16, 2021 § Deja un comentario

Bernier, 30 años de su muerte

noviembre 6, 2019 § Deja un comentario

Es agradable saber que mi investigación se divulga mediante noticias como esta: «Juan Bernier, recuerdo al poeta precoz de Cántico a los 30 años de su muerte», redactada por Álvaro Vega para La Vanguardia (5/11/2019).

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La poesía de Bernier ha sido objeto de una tesis doctoral este mismo año en el Departamento de Literatura Española de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba, dentro del Programa de Doctorado «Lenguas y culturas», bajo la dirección de Pedro Ruiz Pérez y redactada por Daniel García Florindo.

La tesis, que obtuvo la calificación de sobresaliente con mención cum laude, concluye que su producción «ha sido encapsulada en los parámetros estéticos del grupo por una crítica interesada en destacar rasgos como el hedonismo y la intensidad erótica, el paganismo y la exaltación de la belleza, rechazando otras cuestiones incluso más destacables en su obra, tales como la preocupación existencial o la indignada denuncia de la injusticia social».

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Mecánica celeste

noviembre 12, 2015 § Deja un comentario

Luis Bagué Quílez escribe una magnífica reseña sobre Las nubes transitorias en la revista Estación poesía 5 (otoño, CICUS, Sevilla, 2015, p.60):

Mecánica celeste

LUIS BAGUÉ QUÍLEZ

Daniel García Florindo

Las nubes transitorias

Guadalturia, 2015

Después de la segunda salida de Amanecer en Pensilvania, Daniel García Florindo (Córdoba, 1973) publica un libro cuyo título parece alejarse de la porosa mitología generacional desplegada en aquel volumen. sin embargo, tras su tersura contemplativa y su médula reflexiva, Las nubes transitorias esconde una serie de preocupaciones que no difieren en lo sustantivo de una cosmovisión situada entre el cielo y el suelo.

El libro se divide en cuatro secciones, cada una de ellas protagonizada por un fenómeno climático. La primera (“Dinámica atmosférica”) agavilla un conjunto de composiciones breves, a veces cercanas a la indagación existencial y otras veces rayanas en el vislumbre onírico: “Observo la mecánica celeste que nos mueve / como un vagar de nubes ilusorias”. El personaje que mira la cicatriz del cielo, o que desea elevarse con alas de ceniza, acaba reconociendo la vanidad de su empeño, pero también la dignidad de esa aspiración ascensional. En la segunda parte (“La ciudad en la niebla”) hallamos una accidentada cartografía urbana y un viaje a la semilla de la identidad. La evocación de la infancia se nutre aquí de un universo referencial en el que comparecen “los caballos azules de Franz Marc”, los versos de Auden y las andanzas de Antoine Doinel, el inevitable álter ego de Truffaut. La voz de García Florindo suena con una modulación propia en “Paseo de los tristes”, a la vez homenaje a Javier Egea y reescritura en clave lírica de aquel itinerario épico, y en “El cielo de Wisława”, un buen ejemplo de capacidad genesiaca de la palabra: “Supongamos ahora el mismo cielo, / que una anciana polaca nos emplace un destino / en el libro que se abre a la mitad / el mismo año en que muere / y en que todo parece deshacerse”. En el tercer apartado (“El mal tiempo”), García Florindo esgrime una dicción comprometida con la inmediatez y la contingencia. La lección de la poesía social, las consignas indignadas del “Grafiti” o el grito popular de una “Manifestación” son algunos de los envases discursivos empleados para conjurar una crisis tentacular. Aunque a veces esta gramática de urgencia resulta demasiado deudora de los moldes socialrealistas, en los versos percute poderosamente la denuncia de las políticas gubernamentales, el lamento por la insolidaridad y la crítica a la injusticia globalizada o al capitalismo parasitario. Frente a un país deconstruido y un porvenir hipotecado, el autor no renuncia a una ilusión que se troquela sobre la falsilla quevedesca: “Nubes serán, mas nubes de esperanza”. Finalmente, la última sección (“La casa en el aire”) se adentra en una cotidianidad doméstica y entrañada. El meticuloso desorden de la biblioteca particular, las geografías privadas y el microcosmos familiar constituyen el patrimonio de un sujeto que hace balance provisional en los poemas “Curriculum vitae” y “Al cumplir los cuarenta”, que culmina con una declaración de principios: “Mis pies tocan el suelo. / Mi cabeza, las nubes”.

En definitiva, Las nubes transitorias es una obra de insobornable autenticidad; un redoble de conciencia en una época en la que abundan los decorados de cartón piedra y los golpes de pecho. Desde el horizonte de la madurez y desde su “nube / del extrarradio”, García Florindo sigue apostando por la utopía. Ojalá que el influjo anticiclónico se imponga pronto a la grisalla borrascosa en la que parecemos instalados.

Estación poesía 5 (otoño, CICUS, 2015, p.60)

Las vidas nebulosas

junio 26, 2015 § Deja un comentario

Las vidas nebulosas de Daniel García Florindo, una reseña de José de María Romero Barea sobre Las nubes transitorias, aparecida en su blog Veredictos (integrado en el diario de análisis e información global Andalucía Información) y también en las publicaciones digitales Entretanto magazine Mundo crítico. Mi gratitud por su inteligente y audaz lectura.

Entre las ruinas

marzo 8, 2014 § Deja un comentario

Ruiz Pérez, P., “Entre las ruinas” (reseña del libro El siglo expira 1995-1999), Alfinge. Revista de Filología. Universidad de Córdoba, 11 (1999), pp. 290-294.

 

 

Recensión sobre La compasión pagana

marzo 7, 2014 § Deja un comentario

La compasión pagana, reseña de M.ª Carmen Ramírez Herrera, en Analecta Malacitana, XXXV, 1-2, Universidad de Málaga, 2012, pp.381-386.

La poesía como herramienta de vida

May 2, 2012 § Deja un comentario

Noticia en el Diario de Sevilla sobre la aparición de Cuadernos de Lisboa:

La poesía como herramienta de vida

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